
El viaje del viento
Autor: Susumu ShinguEditorial: Art Blume
Fecha de publicación: November 24th 2017
Páginas: 18
Goodreads
El viento se precipita sobre las páginas de este hermoso libro... las hojas planean, las velas se hinchan, se desliza la arena y... ¡las aves vuelan! Arte en papel.
En esta ocasión te hablaré de la última maravilla que ha aterrizado en la biblioteca de nuestros peques, El viaje del viento. Un libro en pop-up del escultor japonés Susumu Shingu.
En este cuento acompañamos al viento en su viaje recorriendo nuestro planeta y nuestra naturaleza. Con él vamos descubriendo las diferentes formas de vida que pueblan nuestro mundo.
Además, viajando a través de bosques, mares, cielos y desiertos descubrimos escenas que nos muestran la naturalidad y la simpleza del momento.
De hecho, nos presenta conceptos que pueden parecer sencillos a simple vista. Pero desde el punto de vista de un niño que está descubriendo el mundo son totalmente asombrosos y fascinantes. Un barco surcando las olas, aves migrando o un bosque y el crujir de las hojas, son algunos de los ejemplos que encontramos dentro.
Además, es un libro que sigue la filosofía Montessori. Susumu Shingu intenta transmitir una filosofía basada en el asombro y también un mensaje de amor y respeto por nuestra naturaleza.
Por otro lado, los desplegables de El viaje del tiempo son simplemente maravillosos. Coloridos, complejos y de una gran belleza. Cada página crea un contraste nuevo de colores. Me ha encantado la fantasía y la creatividad, pero sobretodo el talento del artista. Y es que los cuentos pop-up siempre me han encantado. Tanto a mi como a los peques, pero en este cuento me parecen toda una obra de arte.
Cada página tiene un sentido de descubrimiento, asombro y poesía que a mis pequeños les ha dejado embelesados. Aunque, a decir verdad, es quizás a mí a quién más le ha gustado este cuento.
Finalmente, remarcar que El viaje del viento es un libro bastante delicado. Es por eso que los pequeños tienen que entender que deben tratarlo con cuidado para no romperlo. Recomendado a partir de los 3 o 4 años, o antes con supervisión.
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